"Picnic En La Academia"

Ayer al mediodía, las alumnas de Gema de la academia de pintura y yo, organizamos un picnic, para hacer algo divertido, ya que nos daba mucha envidia que Gema  está en París visitando las exposiciones de Klint, Velazquez, Picasso, y todos los de siempre, mientras las demás seguimos en Madrid.

-Como un picnic, es una comida informal, en un lugar con bonitas vistas, pensamos que la academia, tan alegre y llena de cuadros pintados por ellas, era el sitio perfecto para celebrarlo.

-Las alumnas de las mañanas, además de muy artistas, son muy alegres y cariñosas, así que bastó una ligera sugerencia de María,( la más joven del grupo, que acaba de terminar la carrera de psicología), de traer cada una un plato, y hacer un picnic  para que al momento nos apuntáramos todas. -Cristina no pudo venir, porque tenía trabajo, y la echamos de menos.

- Vinieron Mayi, Ana, María, Santi, y  Manoli .

-La mañana transcurrió, como cualquier otra; cada una con su caballete pintando su cuadro, con una preciosa música inspiradora especial para pintar, que de vez en cuando se interrumpía por los comentarios de Mayi, o  por alguna broma, que nos hacía estallar en carcajadas.

-Alrededor de la 1 recogimos los caballetes y juntamos dos mesas con un mantel naranja, y empezamos a poner dos tortillas una con cebolla y otra sin; croquetas, de jamón, empanadillas, y un plato enorme de morcilla, refrescos, y una botella de vino embocado del pueblo de Santi,( que solo bebieron las que no tenían que conducir).

-Al final rematamos con una tarta de chocolate.

-Creo que todas hemos añadido un agujero a nuestros cinturones, porque el menú, con todo frito y tarta, debía tener 1000 calorías por barba, pero mereció la pena.

-Es curioso que la vida nos presenta a una serie de personas que se van cruzando en nuestra vida, y que hay gente con la que sin saber por qué, congenias de manera especial, y enseguida surge una corriente de simpatía por la que la comunicación, resulta muy fácil, a pesar de que existan diferencias de edades, y de maneras de vivir, pero hay algo que tienen en común, en este caso, el amor al arte.

-Te acostumbras a ellas, te encariñas, sientes que te comprenden y  te gusta contarles las cosas que te suceden y pedirles opinión.

-Hablamos con facilidad de ropa, de modas, de maridos, de hijos, de novios de la vida, y sobre todo nos reímos, porque todas opinamos que la vida son ratitos, y que hay que ser felices.

-El arte desinhibe, y cuando pintas al lado de alguien, las almas se aproximan, y no te cuesta trabajo contar tus penas ni tus alegrías, porque te sientes  escuchada y  comprendida.

-Buenas noches.